Los eurodiputados de PODEMOS califican de alarmante la reunión del presidente en funciones, Mariano Rajoy, con el presidente interino de Brasil, Michel Temer, en la cumbre del G20. Además, la delegación de PODEMOS en el Parlamento Europeo denuncia la presencia del presidente interino de Brasil en la cumbre del G20 al considerar que ocupa ilegítimamente su cargo, fruto de un golpe parlamentario contra la democracia brasileña.
Los eurodiputados Miguel Urbán y Xabier Benito, miembro de la comisión de asuntos exteriores y vicepresidente primero de la Delegación para las Relaciones con Mercosur, muestran su preocupación por la represión feroz contra las manifestaciones pacíficas que demandan la salida de Temer y la hoja de ruta neoliberal de privatizaciones y recortes preparada por el nuevo gobierno interino. “Temer no sólo ha dado un golpe de estado para llegar al gobierno, sino que está protagonizando una vuelta anti-democrática al gobierno de las élites blancas, patriarcales y cuyo proyecto económico es excluyente”, explica Urbán.
“Rajoy legitima con su reunión los intereses políticos ilegítimos que han destituido a Dilma Rousseff para tomar el control del país y hacer retroceder en más de una década las mejoras sociales. Hay que explicar que Brasil va a vivir una vuelta a los años neoliberales más duros con recortes de gastos sociales y privatizaciones; el equipo económico liderado por Henrique Meirelles, actual ministro de hacienda interino, propone la contención del gasto público, el fin de la política de valorización del salario mínimo y una reforma de las pensiones”, añade Benito.
El eurodiputado Miguel Urbán agrega: “No me extraña ver a Rajoy reunirse con Temer, acusado de conspirar con el fin de entorpecer las investigaciones sobre corrupción que amenazan a los miembros del Congreso, básicamente es lo que el Partido Poular intentó hacer con la Querella Bárcenas. A ambos les unen la austeridad y los recortes sociales, Temer ha introducido un proyecto de ley para ejecutar un programa de austeridad de 20 años, lo que tendrá consecuencias catastróficas para los más empobrecidos de Brasil”.